(Comentario sobre el artículo de Gabriel García Márquez "La novela detrás de la novela")
Leemos el artículo de Gabo y nos imaginamos a nosotros mismos manejando camino a Macondo o hacia algún lugar imaginario que solo existe en nuestros pensamientos, corazones, lo que sea. Tenemos estas primeras líneas de una gran novela y el impulso de darles vida se apodera de nuestras manos, al fin y al cabo, todos queremos escribir nuestros propios cien años de soledad. Quisiéramos tener una mujer que empeñe sus joyas, unos amigos que no nos nieguen el trago (por así decirlo) y un casero al que no le importe que nos atrasemos en los pagos mensuales. Luego de pensarlo por unos minutos nos damos cuenta de lo evidente, no vivimos en Macondo, Úrsula no es nuestra esposa, no tenemos pergaminos antiguos y tal vez un cubo de hielo se derrita más rápido de lo normal por todo el actual calentamiento global. Tal vez podemos aceptar el reto de emprender una gran aventura y soportar las dificultades que llegan con ella, o podemos matar el tiempo atropellando vacas en la carretera.
martes, 10 de julio de 2007
Esquivando vacas
escritO pOr xavierjuja en 11:26 p.m.
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