Habían tapado y ocultado tus recuerdos, entonces... ¿por qué no tú? Ahora, donde antes tú, una pareja se besaba; ahora, donde antes tú, solo madera. Emerges nuevamente, pero sigues siendo el mismo.
Otra vez en este cruce. Corres, vuelas, te pierdes, vuelves. Cierta tranquilidad te rodea, ya no me sientes; pero yo soy la náusea y yo soy tú, para siempre. La enfermedad no está en ti, tú eres la enfermedad, aunque a veces quieres/puedes escapar de tu condición.
¿Cómo es que has caminado tanto sin encontrar nada? Tú sabes que hay menos tiempo del que ellos te dicen, aunque a veces repites sus palabras como si fueran de tu interior / de la náusea.
Casi llegas a tu destino y haces una última parada. Pareces confundido, tus pensamientos se cruzan y recuerdas con dolor. Gritas y no puedo escucharte, grito y no puedo escucharme. Ya lo habías dicho, estoy solo y no hay nadie que responda.
Gritamos: ¡YO SOY LA NÁUSEA!
JAAJ